16 Nov Big Data: la firme apuesta de las empresas por la alta capacidad
Estamos en la era de los datos y cada vez más empresas de distinto tamaño y naturaleza son conscientes de ello. La tendencia hacia la alta capacidad es imparable: velocidad, agilidad, almacenamiento, análisis de datos como guía para la toma de decisiones…
El Big Data ha supuesto una revolución en el panorama empresarial, que cada vez tiene más clara la importancia de exprimir al máximo el uso de los datos en sus procesos de trabajo y estrategias. Y con las nuevas oportunidades, llegan también nuevos retos: la integración en la empresa de herramientas distintas a las convencionales y conocimientos que le permitan zambullirse de lleno en la alta capacidad como vía para optimizar su negocio desde distintas áreas.
Pero el esfuerzo merece la pena. Como veremos a continuación, los beneficios del manejo eficaz de grandes volúmenes de datos abren un poderoso camino hacia la competitividad y la productividad de las empresas.
Mejora de la gestión y organización de datos
El Big Data proporciona a las empresas la posibilidad de almacenar un gran volumen de datos con los que trabajar distintas áreas de su desarrollo.
Pero lo interesante no reside en una cuestión meramente cuantitativa, sino en la posibilidad de organizar estos datos para convertirlos en conclusiones valiosas en función de su origen y, sobre todo, de su objetivo.
A este respecto podemos partir de una clasificación de los datos en estructurados y no estructurados.
- Datos estructurados: Podríamos definirlos como datos generados por máquinas o personas que son fáciles de recopilar y gestionar con sistemas convencionales como las bases de datos. Responden a un patrón definido y su almacenamiento y análisis es sencillo. En este grupo podríamos incluir desde los datos de registro web hasta respuestas de cuestionarios cerrados, pasando por los datos de contacto de los clientes.
- Datos no estructurados: También generados por máquinas o personas, suponen la mayoría de los datos generados en el día a día y su clasificación no es posible mediante herramientas convencionales, dada su diversidad en formato y contenido. Sin embargo, en ellos reside información tan valiosa como compleja. Algunos ejemplos de datos no estructurados serían los comentarios en las redes sociales de una empresa, los datos de geolocalización o los vídeos de vigilancia.
Y aquí reside una de las características más potentes del Big Data: la capacidad de recopilar, analizar y darle sentido al gran volumen de datos veraces no estructurados a los que puede acceder una empresa sin recurrir al manejo manual, con el ahorro de tiempo y esfuerzo que esto conlleva.
Conocimiento riguroso de clientes y resultados
Si el Big Data le proporciona a la empresa la posibilidad de clasificar y ordenar datos que hasta el momento apenas tenían valor por su complejidad y diversidad, es fácil concluir el enorme paso que supone convertir esa información en susceptible de análisis.
En este sentido, uno de los aspectos más relevantes es cómo la alta capacidad nos permite conocer mucho mejor a nuestros clientes, sus necesidades, su comportamiento y sus valoraciones.
El conocimiento riguroso del público real y objetivo es posible gracias a la recopilación de datos extraídos de distintas fuentes. Entre ellas:
- Búsquedas en Google
- Respuestas abiertas a encuestas
- Comentarios en redes sociales
- Acciones específicas en los procesos de compra
- Publicaciones de textos e imágenes en sus propios canales
Mediante el análisis de este tipo de información, la empresa no solo conoce mejor el perfil y las dinámicas de su clientela, sino que cuenta con la posibilidad real de analizar el impacto que tiene en ella cada acción estratégica que se ponga en marcha para captarla o fidelizarla. Y esto, a su vez, permitirá sacar conclusiones enormemente fiables en cuanto a los resultados obtenidos.
Toma de decisiones
Y aquí llega el fin último del Big Data: la toma de decisiones basada en el análisis de los datos. Cuanto más numerosa, fiable y veraz sea la información recopilada, más sólidos serán los cimientos sobre los que crear estrategias, adaptar procesos de trabajo y definir acciones concretas, beneficiosas y rentables.
Algunos ejemplos de las ventajas que el Big Data le aporta a la empresa en este sentido son:
- Capacidad de prever las necesidades futuras del cliente
- Elaboración de nuevas estrategias de marketing
- Apoyo en los insights obtenidos para desarrollar o modificar objetivos.
- Mejora de la interacción con el público mediante contenidos y formatos adaptados a sus hábitos de consumo.
- Optimización de procesos y seguimiento en tiempo real de las acciones emprendidas.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, resulta evidente que invertir en la integración del Big Data en el funcionamiento de las empresas es una apuesta segura.
Por eso cada vez son más los negocios dispuestos a incluir herramientas específicas que permitan integrar de un modo adecuado la alta capacidad en sus procesos.
En función de las necesidades específicas de la empresa, será necesario elegir entre las distintas soluciones tecnológicas y recursos disponibles (Edge computing, Hadoop, etc.), así como crear equipos de trabajo o adquirir conocimientos especializados que permitan un uso eficiente de toda la información recopilada.
¿Estás preparado para dar el salto a la alta capacidad en el uso de datos y disfrutar de todas las ventajas que supondrá para tu empresa?
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